Geometría poderosa
Girard-Perregaux - que hoy pertenece al grupo Kering - comenzó a fabricar piezas de alta relojería en Suiza en 1791 y en su portafolio figuran relojes legendarios y varios homenajes a México, como la edición "México centro del mundo" o la colección Iconos de México con el cronógrafo 1966 en homenaje a Benito Juárez. Su historia con nuestro país comenzó con el famoso - y codiciado - reloj de bolsillo La Esmeralda (que data de 1867 y se presume poseyó el expresidente mexicano Porfirio Díaz).
El año pasado dedicaron sus innovaciones a la exploración del cosmos, la esencia del tiempo. Crearon un nuevo universo con materiales innovadores y complicaciones inesperadas en sus principales colecciones bajo el lema Earth to Sky.
Este año, materializan el cristal del carbono en el cronógrafo Laureato Absolute Rock, de carácter deportivo y con espíritu contemporáneo. Tiene un proceso de fabricación patentado, que implica una compresión extrema de los materiales durante un procedimiento de inyección a alta temperatura. Esto da lugar a una alta densidad del material que asegura una homogeneidad absoluta. Por eso el vidrio de carbono es un material verdaderamente único, con una textura uniforme en todas sus superficies. Y resistente, cien veces más que el acero.
Con ocho vistas aéreas de los lugares más representativos del mundo, la colección Laureato Absolute de Girard- Perregaux vincula su forma geométrica con los lugares más representativos del mundo, desde el famoso cruce de Shibuya en Tokio, hasta los edificios más icónicos de Nueva York y la plaza Charles-deGaulle en París.
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