Carcel clothing: Lujo hecho en la prisión.
La principal causa del encarcelamiento de mujeres es la pobreza, en su mayoría jóvenes sin educación o madres solteras con escasos recursos.
Desde 2016 el dúo danés Veronica D’Souza y Louise van Hauen luchan por un planeta con más oportunidades: proporcionando a mujeres en prisión –usualmente incriminadas de manera injusta– nuevas habilidades y salarios dignos para reestructurar sus vidas ya sea para cubrir sus costos básicos de vida o enviar a sus hijos a la escuela. Todo partiendo del vínculo entre la simplicidad del diseño escandinavo, los materiales de más alta calidad y una tasa alta de encarcelamiento femenino.
La marca de ropa con sede en Copenhague crea una colección al año, variando la locación de mujeres que emplea y tomando en cuenta los materiales que estén a la mano. Para la primera línea escogieron la prisión de Cusco, en Perú para crear prendas de lana de alpaca.
"Perú tiene una larga tradición de alpaca y tejidos en punto. Utilizamos el conocimiento de estas mujeres y transformamos el tiempo –que de otro modo estaría perdido– en habilidades y trabajos remunerados en prisión”.
Carcel también resalta por su impacto ambiental positivo, al colaborar con el Sistema Nacional de Prisiones en Perú, cada producto cuenta con el nombre de la mujer que elaboró la prenda. También evitan el uso de químicos que dañen el ambiente, usan muy poco tinte en las prendas y son conscientes de la cantidad de agua que emplean en la elaboración de cada pieza. Además de que únicamente usan tejidos de animales que andan libremente en las granjas y viven en armonía con la naturaleza.
Gracias al éxito de su primera línea, Carcel lanzará el próximo año su segunda colección, ahora fabricada con seda y manufacturada por mujeres en prisiones en la India.
"Imaginamos un nuevo mundo de la moda, donde cada pieza de ropa ayuda a resolver un problema en lugar de crear otro".
Imágenes cortesía.